Toxina botulínica

La toxina botulínica, más comúnmente conocida como Botox, es producida por una bacteria Clostridium Botulinum y se utiliza como tratamiento preventivo para evitar que salgan arrugas en el tercio superior. Es uno de los tratamientos estrella de la medicina estética.

La toxina botulínica tiene otras utilidades como pueden ser el tratamiento del bruxismo, la sonrisa gingival, la hiperhidrosis o exceso de sudoración.

Resultados: 72 h.
Aplicación: 15 minutos.
Duración: hasta 6 meses.
Anestesia: no precisa.